Proyecto IAP que se desarrolla en Nueva Francia, dpto. Silípica - Santiago del Estero. Vigecimosexto aniversario de la comunidad de San Carlos Borromeo

El pasado domingo 10 de julio del corriente año, se celebró el aniversario vigesimosexto de la Comunidad San Carlos Borromeo de la localidad de Nueva Francia.

Este sector está ubicado a 3 Km. del centro de Nueva Francia al oeste de la Ruta Nacional Nº 9, entrando por la calle pública, la cual se encuentra enripiada y con el alumbrado correspondiente, al final del mismo se halla el Canal San Martín. Su nombre se debe al dueño de las tierras Don Carlos Leoni, por lo cual adoptaron como su patrono a San Carlos de Borromeo, que fue uno de los Santos extraordinariamente activos a favor de la Iglesia y del Pueblo. Por ello cuentan con instituciones civiles como la Capilla y el Club Social y Deportivo que llevan el nombre de “San Carlos”.

Según el relevamiento realizado por estudiantes de 5° Año del Instituto María Antonia de Paz y Figueroa en el año 2.010, su población está constituida por 48 hogares con un total de 221 habitantes. El suelo de la zona es cultivable, cuenta con varias hectáreas sembradas; entre la producción podemos encontrar alfalfa,  zapallo, coreanito, comino, etc. La utilización de la tierra es indispensable ya que los pobladores se dedican a la agricultura. Además, sus suelos son fértiles, porque están cercanos al Canal San Martín, de donde se abastece el agua de riego.

Otra actividad laboral de sus habitantes es el trabajo golondrina, que generalmente lo realizan en ciudades o provincias vecinas, donde cosechan papa, batata y maíz. También hay jornaleros que trabajan en la comisión municipal, en fincas vecinas, empleados públicos y de empresas privadas de la ciudad Capital, siendo muy considerable el número de desocupados. El trabajo de la mujer es muy importante porque paralelamente a su labor de ama de casa se dedica a las tareas del campo.

Entre sus actividades se puede destacar los encuentros deportivos que realiza el club de la zona y su ya tradicional festival del durazno, que hace alusión a la importante producción que hay en el lugar de esta fruta.

La FHCSyS - UNSE se hizo presente en los festejos a través del proyecto de investigación, denominado “Participación y Promoción de la Salud: Procesos de Construcción Social a Escala Local” que se desarrolla en Nueva Francia, Dpto. Silípica - Santiago del Estero. La metodología empleada en el mismo es la Investigación Acción Participativa (IAP), la que tiene por objeto trabajar con los propios actores sociales en el contexto en el cual se encuentran insertos. En tanto a Investigación, se trata de un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que estudia algún aspecto de la realidad. En cuanto a la Acción significa o indica que la forma de realizar el estudio es ya un modo de intervención y que el propósito de la investigación está orientado a la acción, siendo ella fuente de conocimiento. Por ser Participación es una actividad en cuyo procesos están involucrados tanto investigadores, como la misma gente destinataria del proyecto, o sea no son considerados como simple objetos de investigación, sino como sujetos activos que contribuyen a conocer y transformar la realidad.

El día en que celebraron su aniversario los invitados se dieron cita a las 11:30, aproximadamente para participar de la celebración religiosa que estuvo a cargo del padre Mariano Ledesma de la Parroquia Virgen de Loreto de la ciudad homónima.

Durante el desarrollo de la misa se efectuaron diversos signos de vida comunitaria con la participación de vecinos y representantes de instituciones locales como muestra de agradecimiento a todos los que colaboraron en el inicio y fortalecimiento de la organización comunitaria. Estos representantes armaron la Mesa de la Vida, con el mantel, la cruz, la imagen de la Virgen María, velas y flores, como parte del ritual religioso que significa poner en el altar las vivencias, el camino recorrido, las personas que fueron parte de ese camino, las experiencias y los logros obtenidos.

Luego de la misa, la Sra. María de Villarreal “Marica” hizo pública su gratitud en nombre del grupo de trabajo y efectuó la entrega de souvenir recordatorio, costureritos confeccionados en el roperito comunitario que funciona en la sede de la organización y estampitas de la Mama Antula (que fue beatificada).

También se invito a los presentes a ser parte del almuerzo, los que tomaron un lugar para acomodar las mesas y sillas, y compartir un locro y empanadas que ofrecía la comunidad a sus invitados.

Es así que se comenzó a ubicar las mesas en forma circular a lo largo del predio, que se encontraba decorado para la ocasión, como símbolo de encuentro y amistad.

Se organizo una cantina bufet donde se vendía empanadas, pizzas, milanesas y bebidas. El roperito se hizo presente con un stand de la producción de manualidades (mantelitos, tejidos a crochet, almohadones, cortinas trenzadas, guantes, carpetitas bordadas, etc.) y productos elaborados en el taller de cocina que funciona también en la sede de la organización (pan casero, tortilla, empanadillas, alfajores de maicena, etc.).

Como invitados para poner el toque musical a la jornada estuvo el grupo Santa Mónica, Los Amigos de la Ciudad de Loreto y Los Hermanitos Juárez de Villa Silípica, quienes interpretaron diferentes géneros musicales del folclore, chacareras, chámame, guarachas, melódicos del recuerdo y los infaltables pasodobles, para regocijo de los presentes y que hicieron que varias parejas salieran a la pista a bailar.

También se conto con la actuación de la academia Killaris Danza del sector de El Jarillal y del taller de folclore Yanasus de adultos mayores de Nueva Francia,  quienes deleitaron con sus pintorescos trajes y el buen ritmo de chacareras, gatos y zambas.

La fiesta se extendió hasta la noche como ya es una costumbre del lugar donde los jóvenes pasan a ser los protagonistas del momento bailable.

Lo significativo de la celebración es la trayectoria que los lleva a perdurar en el tiempo como una de las organizaciones más consolidadas de la zona. Si bien nace como comunidad religiosa su accionar se fue expandiendo a los aspectos sociales, económicos y culturales, no solo del sector sino de la localidad de Nueva Francia en general.

En lo que respecta a la actividad religiosa, en ella se celebran las misas y se preparan a los niños, a los jóvenes y a sus familias para recibir los sacramentos de bautismo, comunión y confirmación; y participan de encuentros de formación y capacitación de la vida laical.

Entre sus actividades sociales pudieron acceder a capacitaciones en proyectos comunitarios a través de los cuales lograron la extensión de la red de agua potable, la construcción de su capilla, del salón comunitario, y contar con el equipamiento de un taller de costura denominado Roperito Comunitario, siendo beneficiarios de Caritas Diocesana. También llevan a cabo los festejos del día del Niño, día de la Madre, Navidad, Pesebre Viviente, Fiestas Patronales y se dictan talleres de cocina, repostería, aprovechamiento de la harina de algarroba e industria para el hogar, por intermedio de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación y PROHUERTA del INTA.

En lo económico los miembros del roperito y de los demás talleres realizan la venta de su producción en diferentes ámbitos, principalmente en la Feria Artesanal, Productiva y Cultural de Nueva Francia que se realiza el segundo domingo de cada mes, lo que permite la integración con feriantes y vecinos de diferentes sectores; con la recaudación de las ventas se solventen los gastos del roperito, como así también colaboran con las necesidades de las familias del lugar, y de a poco van ampliando y mejorando sus instalaciones.

El significado de la organización no solo es el trabajo de administración y gestión, sino que en ella se logra el empoderamiento de los actores en la participación comunitaria, estableciendo un entramado de relaciones que fortalecen los vínculos entre los miembros de la comunidad y a su vez se constituye como un espacio de encuentro cálido y fraterno con características típicas de la vida comunitaria rural. Por ello es común que en cada encuentro el mate y la tortilla caliente siempre estén presentes.

Es por lo relatado anteriormente que celebrar un aniversario más es celebrar la participación, la cooperación, la unión, la salud,  el trabajo y la vida comunitaria que sostiene y fortalece este campo social.

Son estos los pilares que desde la investigación se pudo dilucidar para construir con la comunidad las estrategias de acción para intervenir desde la promoción de la salud, entendiendo que la salud incluye todas las actividades que hagan a un bienestar integral de la persona.

Autoras: Mg. Susana Barbieri, Lic. Marta Palomo, Lic. Patricia Rojas  (Integrantes del Proyecto IAP)

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