Moreira y Ferreyra asumieron en Humanidades con un fuerte mensaje en defensa de la universidad pública

En un Paraninfo colmado de autoridades, docentes, nodocentes, estudiantes, egresados y familiares, Sandra Moreira asumió como decana y Carla Ferreyra como vicedecana de la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, dando inicio a una nueva etapa de gestión institucional.
Durante el acto también se realizó la toma de juramento de las consejeras y consejeros directivos electos, quienes integrarán el órgano de gobierno de la facultad en el próximo período, reafirmando el funcionamiento democrático y el cogobierno universitario.
En un discurso leído de manera alternada, Moreira y Ferreyra agradecieron el acompañamiento de la comunidad universitaria y destacaron el trabajo colectivo que permitió consolidar el proyecto “Más Humanidades”, con el que llegaron a la conducción de la facultad. Ambas coincidieron en que el acto no representó solo un recambio de autoridades, sino la puesta en marcha de un proyecto político-académico con identidad, participación y responsabilidad colectiva.
“Gestionar la Facultad de Humanidades implica una tarea cotidiana que exige empatía, presencia permanente, decisiones claras y una conducción cercana”, expresaron, al tiempo que remarcaron la necesidad de estar “donde sucede la vida universitaria”, con una gestión que combine cercanía, planificación y cuidado institucional.
Uno de los ejes centrales del mensaje fue la defensa irrestricta de la universidad pública, gratuita y como bien social. En ese sentido, señalaron que en contextos económicos y sociales complejos, la educación superior se vuelve una herramienta clave para construir futuro, ampliar derechos y garantizar oportunidades reales, especialmente para estudiantes que trabajan, recorren largas distancias o enfrentan múltiples obstáculos para sostener sus trayectorias académicas.
Las flamantes autoridades subrayaron que la inclusión debe ser real y efectiva, y que no alcanza con garantizar el acceso: “Hay que acompañar las trayectorias, sostener la permanencia, construir contención y comunidad”, afirmaron, destacando la responsabilidad institucional de trabajar contra la deserción y el desgranamiento estudiantil.
En ese marco, Moreira y Ferreyra presentaron los tres pilares que estructurarán su gestión. El primero, el compromiso pedagógico, orientado a fortalecer la calidad académica desde una formación crítica, innovadora y socialmente responsable, articulando docencia, investigación y extensión como parte de un mismo proyecto institucional. Allí enfatizaron que la calidad también debe traducirse en mejores oportunidades laborales para las y los egresados, sin perder el sentido humanista que caracteriza a la facultad.
El segundo pilar es la formación integral con impacto en la comunidad, reafirmando el histórico vínculo de la facultad con el territorio. “El conocimiento que se produce en la universidad debe dialogar con los desafíos reales de nuestra provincia”, señalaron, destacando el rol de Humanidades, las Ciencias Sociales y la Salud en la comprensión de las problemáticas sociales, culturales y sanitarias.
El tercer eje planteado es el planeamiento institucional y la gobernanza, con una gestión que planifique con participación, defina prioridades claras, administre con transparencia y cuide los recursos disponibles. En ese punto, remarcaron la importancia de valorar el trabajo docente y nodocente, y de acompañar a estudiantes y graduados como parte activa de la vida institucional.
Como cierre, las nuevas autoridades convocaron a la comunidad a transitar esta etapa con diálogo, compromiso y participación, destacando que en tiempos difíciles la universidad pública no se achica, sino que se vuelve más necesaria. “Nuestra facultad tiene un papel irreemplazable: pensar críticamente, formar con sensibilidad y aportar a la transformación social desde el conocimiento”, concluyeron.
Con la asunción de Moreira y Ferreyra, la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud inicia una nueva etapa de gestión, con el desafío de sostener la inclusión, fortalecer la calidad académica y profundizar su compromiso con la comunidad santiagueña.




