Hoy 27 de agosto, se conmemora el Día de la Lengua Quichua, en homenaje al accionar pionero de Domingo Bravo, quien falleció en 1997. Su accionar inicial como intelectual provinciano dedicado a esta lengua, derivó posteriormente en el siglo XXI en nuevas investigaciones modernas, las cuales permiten ubicar a esta variedad quechua local, dentro del contexto actual de los campos académico, educativo, político y cultural.

En Santiago del Estero se sigue hablando esta variedad quechua, denominada genéricamente como quichua santiagueño o “la quichua” por sus mismos hablantes. Usada estimativamente por más de 160.000 pobladores, es la variedad más austral de una extensa y diversa familia lingüística quechua (cuya ramificación más “norteña” se extiende hasta el sur de Colombia) que se compone de aproximadamente 10 millones de quechuahablantes. Esta lengua fue hablada en todo el NOA desde el prehispánico tardío hasta fines del siglo XIX, pero se mantuvo solamente en Santiago del Estero, con antiguas y contemporáneas redes migratorias de sus hablantes locales, quienes también residen permanentemente en el intrincado conurbano bonaerense.

Los quichuistas han sido objeto de prohibición lingüística y marginación social por hablar una lengua que no era la oficial. El desafío actual de una urgente educación Intercultural Bilingüe (EIB), se fundamenta en los derechos vulnerados de decenas de miles de personas en la provincia. Esto ha tenido enormes costos sociales en el acceso a una mejor educación y derechos laborales durante el siglo XX.

Los profesionales actualmente formados en la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud de la UNSE sobre la lengua quichua, deben desarrollar un conocimiento adecuado de la variedad lingüística para sus ámbitos de trabajo, en particular en situaciones del ámbito educativo. Dado el estado actual de las políticas educativas inexistentes a nivel Estatal, y dadas numerosas décadas de invisibilización del quichua en el sistema educativo, se hace necesario formar profesionales capaces de incidir con ideas en políticas educativas, en diversas áreas estatales, culturales, económicas, comerciales o privadas.

Aunque pareciera que se trata de un aspecto lejano, la formación sistemática en lingüística quichua, la alfabetización bilingüe y otras disciplinas referidas a dicha lengua, es fundamental a muchos fines sociales y comunitarios (aparentemente no-lingüísticos). Una mejor política lingüística siempre promueve mejores acciones comunitarias de una lengua nativa, para reforzarse con nuevos horizontes discursivos y materiales, frente al accionar hegemónico de la lengua oficial. Por eso en las ofertas académicas de la Facultad a través de la Tecnicatura Superior en Educación Intercultural Bilingüe con mención en Lengua Quichua, la Licenciatura en Educación Intercultural, y la Diplomatura en Lengua Quichua se promueve el desarrollo de las competencias comunicativas de las personas, la adquisición de herramientas metodológicas para la producción de conocimientos científicos acerca de la lengua quichua y la educación, y una perspectiva crítica y reflexiva sobre el desarrollo público de las lenguas minorizadas americanas.